Considerada como la fecha más especial para la cultura mapuche. Este acontecimiento tiene su razón de ser debido al solsticio de invierno, es decir, el punto del año en el que el sol alcanza su máxima distancia de la tierra (esto ocasiona que el día sea más corto y la noche más larga). De acuerdo a la cosmovisión mapuche, el We Tripantu simboliza la llegada de un nuevo ciclo, significando también el comienzo de la temporada de siembra, culminando la de cosecha.
Según las costumbres propias de la cultura, cuando ocurre el We tripantu, las comunidades mapuches se reúnen, desde que se esconde el sol, hasta el amanecer. En aquellos momentos, la tradición es compartir alimentos, conversaciones reflexivas, generando una instancia especial que permita afianzar los lazos entre los propios grupos, y a la vez, con su propia cultura e historia. Cabe destacar que las comunidades mapuches son autónomas entre sí, algunas celebran esta festividad con agrupaciones vecinas, y otras, solo con su núcleo familiar.
Esta festividad toma especial relevancia con la identidad del Domo, quienes como agrupación acostumbran a celebrar el We Tripantu con sus propias prácticas. Generalmente celebran con una ceremonia y un almuerzo especial junto al río, preparándose para ello desde temprano, según señala una de las representantes del proyecto, Carmen Gloria Contreras: “Para nosotros es la fiesta más importante; el renuevo, poder estar juntos, encontrarnos. Celebramos todo eso”.
Carmen Gloria también sostiene que esta fecha es una de las más esperadas, al tratarse de una instancia muy íntima para las comunidades, sobre todo a nivel espiritual, ya que el We Tripantu les invita a buscar lo que tienen en su interior, su esencia; tanto femenina como nativa. Esta festividad simboliza de esta manera preparar sus corazones para el nuevo brote, observando la naturaleza, específicamente el río y la tierra.
Para los integrantes de Domo Newen, es tradición habitual celebrar la llegada de este nuevo ciclo, cada año, en conjunto de sus agrupaciones vecinas, y guiados por sus propias costumbres.
Cabe destacar también que dentro de los días que contempla la celebración del We Tripantu, tiene lugar la festividad de “San Juan”, día especial de origen cristiano y que al igual que el año nuevo Mapuche, se relaciona con la renovación, los buenos deseos y la magia. La celebración de San Juan es generalmente reconocida y realizada en muchas de las civilizaciones latinoamericanas, por lo que suele suceder que la población no-mapuche relaciona de manera semejante ambas festividades. Sin embargo, el año nuevo mapuche no es lo mismo que la noche de San Juan, ambas tratan de renovación, en origen al solsticio, pero esta última nace desde escrituras bíblicas, teniendo lugar en Europa, y posteriormente traspasado a países latinoamericanos a través de la colonización.
El We Tripantu, en cambio, es una actividad fuertemente vinculada con la naturaleza y la cultura originaria, y se celebra con distintas costumbres.
De esta forma, y con intenciones de generar una instancia que les permita afianzar vínculos de manera fraterna, las agrupaciones se reúnen a compartir alimentos; lo que en mapudungún se conoce como “Misagún”. Esto es comúnmente celebrado sólo por miembros pertenecientes a las comunidades mapuches, sin embargo, en Domo Newen esto corresponde a un llamado especial a los participantes, a conectar entre sí. “Nos juntamos, el pueblo mapuche, y también quien nació en el territorio y se siente parte de la cultura. Agradecemos por lo que se fué, tanto lo bueno como lo malo” declara Carmen Gloria Contreras.



